El emblema de la capital cultural salinera180 metros bajo tierra
Zipaquirá, Villa de la Sal, alberga en las profundidades de la tierra un depósito salino de aproximadamente de 1 kilómetro cuadrado, los pueblos indígenas fueron los primeros en descubrir la riqueza salina de la región y durante la colonia, la producción de las salinas de Zipaquirá fue fuente de desarrollo económico para el Virreinato.
Con la llegada de la industrialización y los peligros propios de la explotación de este mineral, los mineros, creyentes fervorosos, hicieron pequeños altares en el interior de la mina, venerando a la Santísima Virgen, bajo la advocación de “Nuestra señora del Rosario de Guasá”, en búsqueda de su protección. La fe de los mineros y la idea de convertir los grandes socavones en un templo, tuvo eco y fue acogida por el Banco de la República, quien para entonces administraba las salinas.
La primera Catedral se inauguró en 1954, pero tras fallas estructurales fue cerrada en septiembre de 1992. En 1995 se inaugura la segunda y actual Catedral, diseñada por el arquitecto Roswell Garavito Pearl.
Hoy, Catedral de Sal es considerada la Primera Maravilla de Colombia, único templo subterráneo del mundo y no de los lugares de culto más impresionantes del planeta. Esta joya arquitectónica e ingenieril recibe al año cerca de 600.000 visitantes de diferentes partes del mundo.